jueves, 12 de enero de 2012

LOS PASOS

Siempre me llamaron la atención los hechos cotidianos, y que por ser cotidianos, muchas veces pasan desapercibidos.
Hoy quiero hablar de los pasos, caminar, andar. La primera acepción en el Diccionario de la Lengua Castellana (o Española) dice: "paso” m. Movimiento de cada uno de los pies con que se avanza al andar.
Es toda una odisea aprender a dar los primeros pasos,  por ello nos tienen que ayudar.
Hoy quiero recordar aquellos primeros pasos que diste en la Plaza Urquiza donde te llevaba todas las tardes, vivíamos al frente y era casi toda nuestra. No solo aprendiste a ir hacia adelante, eras mucho mejor yendo hacia arriba; al tobogán “lo hacías de goma”.
Después aprendiste a dar pasos bajando la escalerita del comedor de nuestra casa. Donde otros chicos se caían vos las bajabas corriendo. Eso me costó el bochorno en la fiesta de colación de tu tío Pedro. Porque para vos todos los desniveles eran iguales y te largaste a bajar de la galería al patio del Colegio de Vignaud como si fuera un saltito y era más alto que vos. El pegar el salto y tomarte para que no te golpearas fue toda una sola cosa, pero me costó un pantalón roto que me dejó el “traste” al aire y no poder levantarme en toda la fiesta, ni siquiera para entregarle el diploma a mi hermano.
Más tarde tus pasos te llevaron hacia el “Oso Yogui” y empezaste a hacer tu propio camino. Aparecieron otras personas Brenda, Belén y aquel vecinito del frente que también iba al Jardín.
La vuelta a Morteros te permitió conocer más compañeros en la primaria y la secundaria, y así seguiste dando pasos. En el trabajo, en la terciaria, en cada lugar en que los hiciste dejaste huellas profundas. La infinidad de amigos así lo demuestra. Sembraste mucho cariño y comprensión, amistad y buena onda, mostrando respeto por los demás, pero además, y para mí lo más importante, te forjaste un carácter firme que no te impide ser muy dulce.
Podría estar horas enumerando tantos pasos que te vi dar y de los que estamos muy orgullosos con tu madre.
Hoy estás por dar un paso muy importante y de nuevo estaré caminando a tu lado, aunque esta vez no sé quién sostendrá a quién. O tal vez solo caminemos uno al lado del otro como dos personas que se quieren mucho y han compartido cosas hermosas y simples de la vida, como cualquier padre y con su hija.
Camina despacio y disfrutá cada momento, que nadie ni nada te lo arruine, mientras tanto yo agradezco a Dios y a la vida por haber sido uno de los dos que te enseñaron a dar aquellos primeros pasos.










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